Madre mìa que estàs en una carta
y un regaño antiguo que no encuentro,
quèdate para siempre aquì en el centro
de la rosa total que no se aparta.
Madre mìa que estàs tan lejos, harta
de la nieve y la bruma, espera que entro
a ponerte a vivir con sol dentro,
madre mìa que estàs en una carta.
Puedes darle al misterio alguna cita,
convenir con las sombras hechiceras,
puedes ser una piedra que se quita
o secarte ahora mismo las ojeras;
pero acuèrdate, madre , de tu hijita
¡ No te atrevas a todo, no te mueras!
Carilda Oliver Labra
sábado, 15 de octubre de 2011
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