Aquellas mujeres
bailaban al son de dones mágicos.
Luciérnagas inquietas de pasiones
encontrando a su paso
senderos olvidados,
letargo refugio de los duendes.
El mundo las aclama
en búsqueda de respuestas
sin respuestas.
Estelas de arpegios perdidos,
testigos del origen
acuden en reclamos
reparadores de la injuria.
Me presentare ante el señor juez
y con no más que mis palabras
desarmare las certezas de la duda.
Su señoría, ellas han nutrido
sus desvelos de odios encontrados.
Han sido acusadas sin pruebas
y sin testigos condenadas.
Deberá usted amalgamar sus ánimas
pues nadie odia lo que no ama.
Quién nos juzga y nos nutre,
quién nos sacia y nos calma.
Aquellas mujeres señor juez,
sus cuerpos y sus almas.
JORGE MONTIRONI
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 16 h. (Tigre) Buenos Aires
Coordinadora: Lucía Serrano
miércoles, 7 de julio de 2010
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Qué maravilla...
ResponderEliminarUn beso grande!
Hola Zafferano!
EliminarTe invitamos a que nos sigas en nuestro nuevo blog: www.verdoresdetigrei.blogspot.com.ar
Un abrazo!
Verdores de Tigre
que bonito
ResponderEliminarfeliz finde