domingo, 14 de noviembre de 2010

CANCION PARA DECIR ADIÓS

Ya es la hora:

No puedo,

ni quedarme a tu lado…

ni llevarte conmigo.



Sé que más fácil, para ti, quedarte

-pañuelo en el umbral atardecido,

monograma de lágrimas apenas

donde se empañan el ángulo de tu vidrio-

Es tu oficio quedarte,

y partir…es mi oficio.



Desde siempre fue así.

Tú esperas algo

que alguna vez te entregará el camino.

Yo…peregrino coronando lamas

-para ver qué hay detrás-

y, el peregrino

jamás ha de quedarse porque quiera.



Algo tiene que atarlo hasta el olvido

del sueño imponderable que lo lleva

para saber al fin, que su destino

era hallar…ese nombre; esa sonrisa;

ese pequeño gesto; ese suspiro!



Si fueras tú, yo sé que si tú fueras,

sobre tu seno tibio

reclinada la sien, me quedaría

fatigado y tranquilo,

consolado y seguro

…como cuando de chico.



A un solo gesto tuyo, olvidaría

que es hora de partir…y yo no olvido.

Sé muy bien que es la hora, y que no puedo

ni quedarme a tu lado

…ni llevarte conmigo.



Podrías detenerme si se que fueras

y aquí, por fin, mi asilo,

asomado a tus ojos quedaría

como un sauce a un remanso pensativo…



Pero no puedes, lumbre.

Pero no puedes sitio.

Pero no puedes, techo,

lecho, aguja, dedal, lámpara, vino,

mujer!

Tu no consigues

detenerme…y prosigo.



De nuevo me reclaman

lejanos horizontes desvalidos…



Porque aprendí del agua

mi canto y mi destino,

he de ser como el agua;

y he de andar mal herido,

desflechando en zarzales,

despeñado en abismos,

dudando entre ser nube,

lluvia, lágrima, río…

u hombre; tan desolado!

hombre; tan dolorido!



Hombre. Tan sin respuesta

para el Fin y el Principio!



Podrías detenerme si es que fueras…

Y aquí, por fin, mi asilo,

asomado a tus ojos quedaría

como un sauce a un remanso pensativo.



Pero sé que no puedes…

-Aunque a veces me digo

que ese pequeño gesto de ternura

pudiera ser el sueño que persigo…-



Mujer…

Si yo pudiera

ser como era al principio…



Entonces,

demoraba los pasos, sorprendido

por la curva de un vuelo,

por el canto de un nido,

por la estrella de un charco,

por el pulso de un grillo…

Si hasta una flor, entonces,

me cerraba el camino!



Pero ahora….

No puedo.

Me alejo de tus labios, como un grito.

Me arranco de tu tierra, como un árbol

y me voy de tus ojos, y te digo:

-mi juventud perdóname, no puedo…

ni quedarme a tu lado, no llevarte conmigo.-

Osiris Rodriguez Castillos

2 comentarios:

  1. ¡¡Por Dios qué belleza!!

    gracias por compartirlo :)

    abrazo

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    Respuestas
    1. Hola Mariluz!
      Te invitamos a que nos sigas en nuestro nuevo blog: www.verdoresdetigrei.blogspot.com.ar
      Un abrazo!
      Verdores de Tigre

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