Yo la miraba,
cuando salía a caminar sin horas
y se perdía en los umbrales
que abrazaban la ciudad dormida.
cuando salía a caminar sin horas
y se perdía en los umbrales
que abrazaban la ciudad dormida.
Sus piernas,
respiraban de la esencia del asfalto,
iban recorriendo cada pequeño lugar
del horizonte hasta desaparecer.
respiraban de la esencia del asfalto,
iban recorriendo cada pequeño lugar
del horizonte hasta desaparecer.
Sus manos,
bellas e inmortales,
me decían al oído
que volver,
era cuestión del tiempo
y, que llegar,
una necesidad.
bellas e inmortales,
me decían al oído
que volver,
era cuestión del tiempo
y, que llegar,
una necesidad.
En sus ojos,
se podía ver el mundo,
los átomos transparentes
que llenaban de palabras la soledad.
se podía ver el mundo,
los átomos transparentes
que llenaban de palabras la soledad.
Yo la miraba,
y, así,
fue imposible encontrarla.
y, así,
fue imposible encontrarla.
LEANDRO BRISCIOLI
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 16 h. Madrid
Coordinadora: Carmen Salamanca Gallego
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 16 h. Madrid
Coordinadora: Carmen Salamanca Gallego
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