Escribo desde la noche
el color del silencio,
camino sobre el vino derramado
con un cuerpo blanco,
y me inclino bajo el aire
a pensar en los ángeles.
Alguien paga mi rescate,
sobre el polvo gris de los escaparates.
Es el filo del ávido murmullo
de los dioses conocidos,
el que a veces,
me lleva al precipicio.
Sucede que hay palabras
tan oscuras,
que sólo pueden vivir en el poema.
Lucía Serrano
SILENCIO DE MADRUGADA
las luciérnagas dejaron de aullar
René Villar
Descansan las luciérnagas a nuestros pies,
la escucha del alma es compañía absoluta,
e infinito el placer que la ciencia no cautiva.
Silencio que trasciende las luces tenues
del suntuoso día.
Tierna música que enamora a las ninfas
en la noche callada.
De la fuente plateada, se asoma
el fresco aroma de este extraño corazón
que se instaló en mis entrañas.
Me enamora el silencio mensajero.
No iré a ningún sitio.
Me quedaré aquí,
embriagada por la luz de las luciérnagas.
MARIONETAS
De raíz, avanzan
las hojas
en sus direcciones.
Espacio grupal,
ocaso del escenario,
discusiones.
Fragmentarias
defensas
entre hombres.
Ese horizontal,
marionetas
al viento en contradicción.
Manos ocultas
dirigidas en recuerdos,
flotan poéticamente.
Norberto Demarco
CUMPLIR AÑOS
Voces
de
felicidad.
La propia
huella,
atravesando
el ojo
de la veladura.
Reluciente oxígeno.
Norberto Demarco
CUMPLIR AÑOS
Cumplir años, señala tiempo, vida,
partida,
otro otoño,
mar,
recuerdos.
Sin respuesta,
tu última pregunta resuena
en cavernas del alma con eco universal.
Rizos rubios, pintorcito rosado,
cabeza calva, camisón blanco;
el devenir en ese tramo.
Vuelas el tiempo
blanco delantal de amor,
alimento-letras sembraste,
aprendiendo, enseñando bondad
¡Quien marcó surcos ,
eterniza
la vida!
Ricardo Guimaraynz
NOSOTROS
Equidad
justicia,
aguas mansas lavan sangres malas,
ocultamiento
miedo,
dolor,
purpurea que nuestras manos marcara.
Aún te sueño como te veía,
como te escuchaba en los saludos,
de vecino a vecino,
al
transeúnte
o en risas niñas, por todos cuidadas.
Aún te huelo con aroma a verde,
la tecnológica aldea tribal se desvanece
Aún te sueño posible, pueblo mío.
Ricardo Guimaraynz
EL
BULTO
El bulto en la entrada
en su colchón
de cartón.
En la humedad
color de león
su refugio, su vida,
su armazón
de cartón.
La cabeza enrollada,
su cuerpo tieso
en la mañana helada
en su caparazón
de cartón.
Los pies con estigmas,
los brazos delgados,
los latidos leves
de su corazón,
durmiendo en su casa
de cartón.
Edgardo D’Alvia
CUMPLIR
AÑOS
Cumplir años ardorosos,
apasionados, amigables
cerca del fuego tomando mate
mientras sopla el viento con olor a yodo.
Cumplir años sinuosos, infinitos,
rodeados de zarzas y espinas,
también de hermosas madreselvas
para consolarnos.
Cumplir años efímeros
ladrones de placeres
repletos de fotos amarillas
de esquinas esperanzadas
entre la ardiente soledad.
Cumplir años como décimas de
segundo, como pájaros raudos
que jamás volverán.
Cumplir años como íconos
con estaciones llenas de partidas
y llegadas,
con relojes que siempre atrasan,
mientras suceden los encuentros
y los desencuentros en el andén de la vida.
Algún día seremos
solo recuerdos.
Tantas candelas apagadas en el tiempo
hasta ser un ensueño del pasado.
Edgardo
D’Alvia
CUMPLIR AÑOS
Almas encarceladas
por agujas del reloj,
encarnan el refugio ausente
de millones ataviados por el brillo infinito
del paso del tiempo que aprisa
enloquece sus propios caminos.
Destellos inquietantes de incertidumbre
frente a la maquinaria sigilosa
detienen las miradas
de un mundo absorto por las sombras.
Ley que arrastra
el inhumano hastío de la muerte
presente siempre en el futuro.
Jorge Montironi
INOCENCIA INTERNA
Testigo insomne,
acude
frente a llamados del olvido.
El sonido de tu voz
altera mis sentidos
que siempre esperarán encontrarte.
Torbellinos del déspota
de frío caminar entre la niebla
iluminan la aciaga nostalgia
de tu desaparición.
Siempre estoy triste.
Jorge Montironi
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