PARA ESPERARTE
He reservado
para esperarte, la atmósfera de una sala de conciertos,
antes de un
evento importante.
Resucité
nuestras conversaciones cuidadosamente reprimidas y
alejé posibles tristezas.
No cité a
ninguna penumbra y sin embargo la niebla de las
tumbas nos
rodeaba, atenuada por lo extraño de una verdad
disimulada.
Áspera la
monotonía de nuestros cerebros, recordaba otros
encuentros,
donde los disparates aumentaban la desarmonía.
La voz vuelve
cruel y desaparecen los remordimientos.
Amor, tomemos
aire para hablar tranquilos.
Busquemos todo
lo que no ha sucedido.
Comentémonos los
últimos sucesos que vivimos.
Después,
sentémonos a conversar y bebamos apetecibles
bebidas que
hasta hoy entre nosotros estuvieron prohibidas.
Alguien en este
mundo, lo sé, comprenderá las ausencias.
En silencio,
bajo mi cabeza, cierro los ojos y agradezco
transportar la
gracia que me han concedido.
Imperturbable,
mecánica y cansada, vulgar para que nadie
sospeche, evoco
deseos imposibles e imagino realizarlos.
En todos los
tiempos cuando se trataba de bajar, regresé por la
escalera
gateando para no bajar tanto.
Para esperarte,
había previsto la mitad del camino recorrido, un
punto cierto
para seguir avanzando.
Lucía Serrano
Hola, qué bonitos versos Lucía! Rodeados de este verde esperanza de tu blog y llenos de palabras llenas de ternura. El tiempo es el que pone todo en su sitio.
ResponderEliminarUn abrazo
Rosa
Hola Rosa!
EliminarTe invitamos a que nos sigas en nuestro nuevo blog: www.verdoresdetigrei.blogspot.com.ar
Un abrazo!
Verdores de Tigre